05 de Abril de 2015
Gobierno Pro
Déficit fiscal y deuda, el legado que no se ve
Alejandro Otero y Alfredo IñÍguez – Fte. Grande (FPV) Expertos en temas fiscales
Déficit fiscal y deuda, el legado que no se ve
Fuente: Mensaje del Presupuesto 2015 del GCBA.
La Ciudad es el distrito más rico de la Argentina. También el más desigual. Las mayores muestras de riqueza conviven de modo obsceno con la exclusión y la pobreza extrema. La Ciudad cuenta con recursos propios abundantes, infraestructura urbana de servicios muy por encima de la media del país y un capital humano extraordinario. Sin embargo, su desempeño económico en términos de crecimiento y empleo fue decepcionante, muy por debajo de la media del país. Y, lo que es aún más preocupante, las desigualdades se agigantaron estos últimos años y sobre esa brecha se extendieron problemas complejos, como las adicciones y el comercio ilegal de sustancias nocivas, generando en algunos barrios un clima de violencia inaceptable e inédito para una ciudad como la nuestra.
Paradójicamente, las cuentas públicas de la Ciudad contrastan con estos problemas irresueltos de una manera escandalosa. Mientras el macrismo reclama a los demás el equilibrio presupuestario y las finanzas “sanas”, lleva al galope al Estado porteño hacia el déficit y el endeudamiento acelerado.
Antes de la llegada del macrismo, durante la gestión de Aníbal Ibarra, el Estado porteño tenía superávit financiero (del 7% en relación con los recursos para el promedio 2003-07). Casi ocho años después, el resultado es claramente inverso, al superar los $3.000 millones de déficit desde el año 2012 y, según el mensaje del presupuesto de este año, los $4.400 millones en 2014 (casi el 7% de déficit con respecto a los recursos). Este deterioro fue tan exorbitante que llevó al Estado de la Ciudad a ubicarse como el de mayor déficit financiero de todos los gobiernos subnacionales del país y a explicar más del 30% del total del resultado negativo de las 24 jurisdicciones desde el año 2013. Digámoslo directamente: Macri y su gestión lograron que el Estado de la Ciudad se transformara en el gobierno subnacional con mayor déficit financiero, curiosamente, en años de crecimiento y bonanza económica e incremento sostenido de los ingresos de la ciudad.
Como correlato y en paralelo en la Ciudad crece la deuda. El endeudamiento del Gobierno de la Ciudad se cuadruplicó (y más) durante la gestión de Macri al pasar de US$ 500 millones en 2008 a US$ 2.100 millones en 2014 (ver cuadro).
El alza de la deuda no fue una consecuencia inevitable del deterioro de las finanzas de todos los Estados subnacionales a partir del impacto de la crisis internacional sobre el comercio exterior y los exportables argentinos. Por el contrario, la evidencia demuestra que la deuda consolidada de la Ciudad aumentó su participación en este nivel de gobierno en los últimos años. En la segunda mitad de la década de los noventa, la deuda del GCBA representaba alrededor del 5% en el total de las 24 jurisdicciones; durante el gobierno de Aníbal Ibarra este porcentaje se redujo paulatinamente hasta el 2% y a partir del año 2010 recuperó su tendencia creciente hasta explicar cerca del 7% a partir del año 2013. En otras palabras, mientras las provincias reducían su deuda pública, en la Ciudad y con la gestión actual, no paraba de crecer.
Llama la atención que, en un sentido contrario al de la Nación y las Provincias, que han disminuido el peso de la deuda y se alejaron del endeudamiento en dólares, la Ciudad incrementa su deuda en dólares: explica cerca del 90% del total del endeudamiento. ¿Por qué la Ciudad se endeuda en dólares para financiar un déficit en pesos? ¿Genera dólares la Ciudad? Al margen de los que le prestan y los comisionistas que intervienen en estas operaciones, ¿quién se beneficia con el endeudamiento en dólares?
La política de endeudamiento de Macri llevó a que en poco más de un lustro la Ciudad pasara de ser un Estado casi sin deuda a uno que tiene un ratio de Amortizaciones e Intereses de Deuda Pública sobre Ingresos Corrientes de 10,51% para 2015, uno de los más elevados de su historia.
Quienes gobiernan la Ciudad suelen hacer alarde de la solidez fiscal y financiera en la que se encuentra actualmente el Estado porteño. Omiten aclarar que esta situación es el resultado de cómo la recibieron. Recibieron un tesoro superavitario y una estructura tributaria mejorada con el porcentaje de coparticipación asignado a la CABA y el impuesto de Sellos transferido desde el gobierno nacional, logros de la gestión de Ibarra. A esta altura y dada la tendencia, no se puede hablar de finanzas “sanas”, sino más bien de finanzas “funcionales”, pero en su versión neoliberal (muy alejada de la teoría), donde el Estado se ausenta para las mayorías para convertirse en “negocio” de unos pocos, en especial del poder financiero. Una experiencia conocida y tardía del neoliberalismo a escala urbana. Una experiencia a superar definitivamente.
http://www.miradasalsur.com.ar/nota/10918/deficit-fiscal-y-deuda-el-legado-que-no-se-ve